Siempre ha habido ciertas reglas estilísticas populares e inquebrantables que han ido transmitiéndose generación tras generación: los colores rojo y rosa no combinan, llevar dos estampados simultáneamente es un atrevimiento, etc. Y, de repente, firmas como Dolce & Gabbana o Versace acaban con las leyendas urbanas y se atreven a empezar desde cero.
Algunas casas de moda los inventan y hacen de ellos su sello –desde Emilio Pucci y sus míticos estampados geométricos de caleidoscopio de colores, pasando por la logomanía de Louis Vuitton, hasta Mary Katrantzou y su revolucionaria impresión digital–; y otras, simplemente, se valen de los ya existentes.
Rayas, cuadros, lunares, floral, animal print, pata de gallo, paisley...Son muchos los estampados e infinitas sus posibilidades.La primavera pide guerra; la guerra delcolor y de las combinaciones (casi) imposibles. A pesar de esto, no todo vale.

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